Carlos Escalante - Fonoaudiólogo

(Recopilación de recomendaciones para detección precoz)

¿Cuándo consultar al Fonoaudiólogo ?

Etapas y señales que observar en los primeros años de vida

Hay Preguntas comunes entre padres y docentes, ya que el desarrollo del lenguaje en los niños suele ser una importante preocupación, porque puede influir en todos los ámbitos de la vida, como: el aprendizaje, la autoestima, y la integración social.

Cuando los padres notan que a las personas les cuesta entender lo que dice sus hijos, pero en la casa les entendemos perfectamente, surge la duda de tener que consultar al fonoaudiólogo, es común el percibir por ejemplo: “Mi hijo aún no dice la “erre”, no puede decir ni ratón, ni perro, será normal?”.
Pero de aquí en adelante nos encontramos con muchas dudas, ya que no siempre tenemos claro cuándo es necesario consultar a un especialista . ¿Cuánto tiempo podemos esperar a que un niño hable bien o que aprenda un sílaba, o la articulación de generar un sonido simple que aún no ha adquirido en forma espontánea? 

Sacarnos las dudas a tiempo

Es importante saber que el desarrollo del lenguaje no evoluciona en todas las personas al mismo tiempo, ya que requiere de procesos de madurez neurológica, fisiológica y perceptiva, que se dan con diferente ritmo en todos los niños.

Así mismo, la detección temprana y tratamiento adecuado de alguna dificultad puede mejorar el pronóstico considerablemente , por lo que estar interesados en aprender  y consultar todas nuestras inquietudes con un profesional idóneo puede ser muy importante en la vida futura de nuestros hijos.

Señales para observar en las distintas etapas

El lenguaje, por increíble que parezca, comienza a desarrollarse desde el mismo período de gestación y ya hacia el primer año de vida comienzan a aparecer las primeras palabras.

Si esto no ocurre,  no debemos alarmarnos de inmediato, pero ante la duda, que debiéramos observar algunas señales para determinar la necesidad o no de acudir a un especialista para una temprana evaluación.


Entre 1 y 2 años es recomendable consultar si es que tu hijo…

  • No logra establecer contacto visual.
  • No responde a su nombre.
  • No intenta comunicarse a través de gestos: para pedir cosas, para mostrar algo que le llama la atención, etc.
  • Si es que no entrega elementos ante la orden “dame…”, sin darle un apoyo gestual.
  • Si es que no atienden a los estímulos que se le presentan.

Se recomienda consultar cuando tu hijo entre los 2 y 3 años…

  • No sigue instrucciones simples sin apoyo gestual (Ejemplo: dame la pelota, guarda el lápiz).
  • No verbaliza palabras o se comunica sólo a través de palabras sueltas.
  • Si no sigue instrucciones como: Pon la pelota encima de la mesa. Dame la pelota chica/grande.

Si entre los 3 años y 3 años y medio…

  • Se le entiende muy poco cuando habla (por ejemplo dice: “mamá pó ota eyo ompó”, para decir: “mi mamá me compró una pelota pero se me rompió”).
  • No comprende instrucciones.
  • Presenta lenguaje verbal pero no lo utiliza para comunicarse con otros (prefiere los monólogos).
  • No responde en forma a preguntas abiertas de manera coherente.

Si entre los 3 años y medio y 4 años...

  • No se comunica con oraciones completas.
    Existen fonemas que nunca dice: los cambia siempre por otros sonidos (por ejemplo: “biusa” en vez de “blusa”), o los omite (por ejemplo: “ato” en vez de “auto”, “pato” en vez de “plato”) a excepción de los fonemas R y RR.
  • No sigue instrucciones complejas, ni responde coherentemente a preguntas abiertas.
  • Siempre está con la boca abierta y presenta respiración bucal.

Si a los 4 años y más…

  • No ha alcanzado alguno de los puntos anteriores.
  • No ha alcanzado el fonema /r/, de poroto o cara.
  • Hacia los 5 años no presenta el fonema /rr/, de ratón o perro.


Cabe destacar  que los adultos que convivimos  con el niño o niña en edad preescolar tenemos un rol fundamental en el proceso de desarrollo del lenguaje. Crear un ambiente que estimule la lectura diaria, y donde se generen oportunidades para dialogar, jugar y escuchar música, pero por sobre todo abordadas con paciencia y cariño, aumentará sus posibilidades de desarrollar habilidades básicas de comunicación apropiadas.

Compartilo con tu familia y amigos!

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Buenas prácticas del Fonoaudiólogo hacia con nuestros pacientes

Debemos facilitar la información necesaria con las palabras más adecuadas, con términos comprensibles y con la delicadeza y sentido de responsabilidad que las circunstancias aconsejen.

Debemos  informar convenientemente también al familiar o allegado más íntimo o a otra persona que el paciente haya designado para tal fin.

 

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